¿Qué son los plintos?

Un plinto lacado es un elemento decorativo utilizado en la instalación de puertas y en la decoración de interiores. Este plinto, generalmente fabricado de madera de alta calidad, se coloca en la unión entre la pared y el suelo, justo debajo de una puerta o en otras áreas donde se desee proteger y embellecer esta zona de transición.

Lo que hace que un plinto sea «lacado» es el acabado especial que se le aplica. El lacado es un proceso que implica aplicar una capa de laca o esmalte transparente sobre la superficie del plinto. Esta capa de lacado no solo proporciona una apariencia elegante y brillante al plinto, sino que también le confiere durabilidad y resistencia a los daños y el desgaste cotidiano.

En resumen, un plinto lacado es un elemento decorativo funcional que se coloca en la base de las paredes y el suelo para embellecer y proteger esta área, y su característica principal es el acabado lacado que le proporciona un aspecto elegante y duradero.

¿Cuál es el origen de los plintos lacados?

El plinto lacado, como elemento decorativo y funcional en la arquitectura de interiores, no tiene un inventor específico ni un origen único atribuible a una sola persona. En cambio, su desarrollo y uso se basan en prácticas y tradiciones arquitectónicas y decorativas que evolucionaron a lo largo del tiempo en diversas culturas y regiones del mundo.

Los zócalos, rodapiés o plintos en general han sido utilizados durante siglos en la arquitectura y decoración de interiores para proteger las paredes de posibles daños y realzar la estética de los espacios. El uso de la madera y, posteriormente, el lacado como acabado para estos elementos se popularizó en Europa, especialmente durante el Renacimiento y el período Barroco, cuando se desarrollaron técnicas de acabado y decoración más refinadas.

El lacado, que implica aplicar capas de laca o esmalte sobre una superficie de madera, se originó en Asia, específicamente en China y Japón, hace más de mil años. La laca es una resina natural extraída del árbol de la laca, y su uso en objetos y muebles decorativos se ha convertido en una forma de arte distintiva en muchas culturas asiáticas.

En resumen, el plinto lacado en sí mismo no tiene un inventor específico, ya que es el resultado de la evolución de prácticas decorativas y arquitectónicas a lo largo de la historia, combinando el uso de zócalos para proteger las paredes con el acabado lacado, que se originó en Asia.

¿Cómo se instalan los plintos lacados? Recomendaciones

Preparación de la superficie: Antes de instalar el plinto lacado, es importante asegurarse de que la superficie de la pared y el suelo esté limpia y libre de cualquier irregularidad. Asegúrate de que la pared esté bien pintada y que el suelo esté nivelado.
Medición y corte: Mide la longitud de la pared donde se instalará el plinto y córtalo a la medida adecuada utilizando una sierra para madera. Es importante que el plinto sea ligeramente más largo que la longitud de la pared, ya que deberá superar en dimensiones al rodapié y a la tapeta que va conectado.
Aplicación de adhesivo: Aplica adhesivo para madera en la parte posterior del plinto. Asegúrate de distribuir el adhesivo de manera uniforme a lo largo de toda la longitud del plinto.
Colocación del plinto: Coloca el plinto en su lugar, asegurándote de que la parte inferior del plinto esté en contacto con el suelo. Presiona firmemente el plinto contra la pared para que el adhesivo se adhiera correctamente.
Ajuste: Si es necesario, puedes utilizar cuñas o pequeñas piezas de madera para nivelar el plinto si el suelo no está perfectamente nivelado. Asegúrate de que el plinto esté recto y nivelado en la pared.
Fijación: Para garantizar una sujeción sólida, puedes utilizar clavos sin cabeza o tornillos para madera en la parte superior del plinto, cerca del techo, donde es menos visible. Estos elementos de fijación ayudarán a mantener el plinto en su lugar mientras el adhesivo se seca.
Acabado: Después de instalar el plinto, verifica que esté bien alineado y nivelado. Limpia cualquier exceso de adhesivo visible y pinta o retoca el plinto si es necesario para que coincida con el estilo de la habitación.

Es importante mencionar que el plinto lacado debe superar en dimensiones al rodapié y la tapeta con los que va conectado para asegurar una transición suave y estética entre la pared y el suelo. El plinto debe ser lo suficientemente alto para cubrir cualquier espacio entre el rodapié y el suelo, y lo suficientemente ancho para cubrir la junta entre la pared y el suelo de manera adecuada. Esto garantiza que se cumpla su función de proteger y embellecer esa área de la pared y el suelo de manera efectiva.